miércoles, 5 de septiembre de 2012

Cojeando por imbécil



Vuelvo a lo de la entrada anterior, no me encuentro bien. No se que me ha pasado esta mañana, creo que se nota que la última entrada está empezada con un tono normal y acabada con uno cabreado.

No se por qué me he puesto así, sólo se que después de escribirla estaba tan frustrado que me he levantado y le he dado una patada a la cama, pretendía darle al colchón, pero he fallado y le he dado a la madera, ahora voy cojeando por la casa como un idiota.
Creo que lo que más me duele de todo esto es lo que pensaba antes de fastidiarme el pie:
Aquella noche estabas enfermo (No se si tuvo algo que ver, el caso es que llevabas toda la semana con fiebre), te pasaste todo el día en la cama. Yo no sabía si estabas despierto o dormido y me fui a la cama sin darte las buenas noches. ¿Qué cojones me costaba entrar y decir "Buenas noches, papá, muack"? Ni siquiera recuerdo que fue lo último que me dijiste.
Se que no es para tanto, pero hoy siento que se me cae el mundo encima.

PD: Estoy instalando MAX en mi portatil.

1 comentario:

  1. Hola Miguel. Exactamente el día 6 de diciembre de este 2012 me enteré de que tu padre había muerto en 2007. Me quedé estupefacto y profundamente conmocionado, porque –fíjate- estábamos buscándolo mi hermana y yo en google y facebook con la única intención de tener noticias suyas y contactar con él, y así fue como topé con tu blog y la fatal noticia. Han pasado unos días y ya lo he asimilado, pero te aseguro que me afectó. Lo siento de veras y quiero que le transmitas mi pésame a tu madre.
    Me llamo Javier Martínez, y conocí a tu padre en mi pueblo, en Motilla del Palancar, en el año 86. Yo era un recién licenciado en Filosofía de 23 años –tu padre tenía 26- Casualmente empecé a trabajar en mi pueblo, en el instituto donde había cursado el bachillerato, y encima como profesor de gimnasia (ahora lo llaman Educación Física). Fue el mejor curso de mi vida, y en parte lo fue gracias a tu padre con quien hice buenas migas. También me acuerdo de Chelo Niño, Isabel Pinedo, Pedro… Nuestra amistad fue a más, pero se consolidó en el viaje de estudios que hicimos con los alumnos a Torremolinos, en el 87 -creo que en Abril- Éramos jóvenes, con ganas de divertirnos, salíamos mucho e hicimos piña junto a otros compañeros y compañeras. Por aquel entonces tu padre todavía no conocía a tu madre, y andaba soltero y sin compromiso.
    Tu padre venía muchas veces por casa –la casa de mis padres- y lo considerábamos casi como de la familia. Incluso nos ofreció su ayuda para la vendimia –vivíamos de la agricultura- y, efectivamente, nos estuvo ayudando a cortar uva durante unos días, y sin cobrar, con calor, frio, sol, madrugones… Tu padre era así de generoso. Es verdad lo que dices en tu blog cuando afirmas que era de izquierdas, pero muy tolerante; doy fe de ello, pues tanto mi familia como yo éramos y somos de derechas, y él lo sabía, y creo que hasta le hacía cierta gracia. Desde luego, y en eso coincido con él, nunca la política debe malograr una verdadera amistad.
    Estoy triste, pero contento a la vez al comprobar que llevó una vida plena, con hijos estupendos y listos, y con tu madre. A tu madre la conocí después, pero yo ya no estaba en Motilla, así que apenas si la traté. Sin embargo me pareció encantadora, inteligente y guapa.
    La última vez que los vi creo que fue en mi boda, en Alcañiz (Teruel) . Nunca agradeceré lo suficiente que se pegaran semejante paliza de viaje para asistir. Siempre he sido perezoso para mantener contacto con mis amigos, así que supongo que la culpa de que perdiéramos el contacto fue mía, y ahora que quería recuperarlo me encuentro con lo que me encuentro. Qué palo
    Bueno, no quiero enrollarme más, sólo decirte que vivo en Alcañiz, trabajo en el IES Bajo Aragón, pero voy a menudo por Motilla. Mi nombre completo es Francisco Javier Martínez Molina. Vivo en Avda de Aragón 61, 7º A. teléfono 616812771. Si alguna vez te puedo ser útil, o si venís por aquí, pues ya sabes: esta es tu casa. Un abrazo

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