miércoles, 5 de septiembre de 2012

Ese dichoso asno



No te lo vas a creer, después de tantos años has vuelto a provocarme un bajón. Te explico como ha sido:
El caso es que me ha dado por buscar en internet qué puñetas es EducaMadrid, por aquello de que hace siglos que usamos esas camisetas para estar por casa (Y a veces salir a la calle).
Me he metido en la página web y vale, he aclarado mis dudas. Era lo de MAdrid linuX, eso en lo que trabajabas poco antes de... ya sabes, "Viajar por el hiperespacio y encontrar tu destino en Ciudad Nube, sala de control de reactores" ¿O te parece una metáfora demasiado retorcida? (Me da igual, el blog es mío y yo decido lo que escribo. Si quieres que lo cambie, resucita ¬¬). El problema ha sido cuando he seguido investigando y me he encontrado cosas como esta:

 
¿Reconoces al primero? Exacto, eres tú. Eres el único que está "In Memoriam", ¿Por qué tú? Es algo que pienso muchas veces ¿Por qué tú? ¿Por qué hay gente con 100 kg más de los que tú tenías que cuando tiene un infarto "recibe un aviso para empezar a cuidarse" y el tuyo de destrozó el corazón? ¿Por qué cuando estabas haciendo esa tortura de dieta para perder peso? ¿Por qué tantos años después de haber dejado de fumar cuando se suponía que tu organismo ya estaba casi completamente curado de aquello? ¿Por qué gente que está más gorda, fuma y ni siquiera se cuida puede seguir viva y tú no? ¿Por qué, joder? ¿¡Por qué!?

Hoy he vuelto a llorar por ti por primera vez en unos cuatro años, por una gilipollez, me he metido en Animalandia, la página del hombre al que mandabas las fotos de todos los animales que veíamos cuando íbamos de viaje, he encontrado tu aportación al proyecto.
La primera imagen que he visto es esta:

  Recuerdo este asno, es de cuando fuimos a aquella casa en la frontera de Portugal, Eduardo y yo tenemos una foto con este asno, pues este ha sido el desencadenante.
No se exactamente que me hacía llorar, solo se que no podía parar. Ni siquiera son las mejores vacaciones que recuerdo contigo, están por encima viajes como el de Italia, París... Y entonces he recordado esos viajes, como me gustaría poder recordarlos contigo, cada anécdota graciosa me produce una pequeña sonrisa y a la vez me llena los ojos de lágrimas.
Es frustrante querer hablar contigo y saber que nunca más voy a poder. Lo más parecido que puedo hacer es seguir escribiendo en esta puta mierda de blog, es como gritarle a una pared.
Supongo que se me pasará, a veces pasan estas cosas, hay días como hoy en los que me duele recordarte, sin embargo no hay ningún día en que no sepa que no quiero olvidarte.

PD: Esas camisetas siempre me han hecho sentirme un poco más cerca de ti, ahora que se exactamente de qué son, más todavía.

1 comentario:

  1. Hola.
    Yo soy el hombre al que tu padre mandaba las fotos de todos los animales que veíais cuando ibais de viaje. También soy el responsable de que aparezca la foto "in memoriam" en la web de MAX. También soy el que pasa todos los días en el instituto bajo una puerta que dice "Aula de Informática Eduardo Pla". La idea original fue de Pedro Reina, pero él se ha ido a otro instituto, así que soy yo quien explica a los profes nuevos y a los alumnos por qué el aula lleva el nombre de tu padre.

    Me acuerdo muchísimo de él, de su vehemencia de izquierdas que tú describes tan bien, de lo que disfrutaría viendo jugar a Mesi, de cuánto le gustaría MAX...

    Mi intención es que no nos olvidemos de tu padre los que tuvimos la enorme suerte de compartir con él alguna de sus pasiones.

    La misma intención tiene Pedro Reina en esta página http://pedroreina.net/epla/, donde puedes encontrar una réplica de las páginas web de tu padre (seguramente ya la conoces, claro).

    He encontrado tu blog buscando información para completar su perfil en Animalandia: http://herramientas.educa.madrid.org/animalandia/autor.php?nombre=Eduardo%20Pla%20Vall

    Comprendo que, a veces, te resulte demasiado duro encontrar el rastro de tu padre por el mundo, pero es lo que pasa cuando uno ha tenido la gran suerte de tener por padre a una persona realmente extraordinaria y la pésima suerte de perderlo demasiado pronto.

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